Tiempo al tiempo que tuve...

... y que no tendré para volver a empezar.
Todavía jóven cuando otros ya marcharon, cuando otros están por hacerlo.
Muchos otros quieren hacerlo, muchos otros lloran por dejarlo igual.
Algunos ni siquiera lo recuerdan, otros añoran volverle a ver.
Quizás tocarle, quizás sentirle; tiempo de mi infancia, tiempo de mi vida,
no me dejes así, dime algo, toma mi mano y enseñamé a vivir.
Cántame, baila conmigo, música sorda que suene solo para mí;
timbres agudos de llantos infantiles en viejos cuentos;
timbres graves de arrugas sabias que te llevan a dormir.
Dame letras, dame tinta, dame papel y valor para poder escribir;
escribir aunque sea la palabra última de una eterna canción,
de una larga novela, que los que me quisieron,
me quieren y los que me olvidarán, puedan leer.
Te pido perdón tiempo, por no hacerte justicia. Por no ser cruel
como tú solo sabes hacerlo; por no ser sabio para pasar
lentamete como lo haces cuando te conviene, por no ser
indiferente como lo haces frente al dolor, perdóname por
recordarte cuando ya te olvidas de mí.
Tiempo que tuve a mano llenas al llegar de la escuela,
tiempo que pasó lento al besar la primera boca y morder
la primera lengua, tiempo que corría junto a mis ansias al
recorrer aquella curvas; tiempo que te vas, tiempo que ya
te has ido, vuelve una y otra vez, y después vuelve más.
No quiero irme nunca, no quiero irme jamás, quiero algo
más de tiempo, quiero el siempre, quiero más.
Tiempo egoísta, sabes qué?, yo lo soy más, porque por más
que lo intentes, de mi no te vas a librar...
...iluso de mí, pobre niño tonto, solo me puedo engañar;
él es el tiempo y aquí seguirá cuando mi voz haya dejado ya
de sonar, mis palabras secas yazcan bajo el mar, y quizás,
solo quizás, ni tu me recordarás...